Belém (Brasil). En el marco de la Cumbre del Clima COP30, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, defendió la posición de España como referente internacional en la lucha contra el cambio climático, subrayando que la transformación ecológica no sólo es posible, sino también rentable. “España demuestra que la mejor manera de crecer es reduciendo las emisiones”, afirmó durante su intervención ante líderes globales reunidos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Sánchez recordó que España es una de las economías que más crecen en la OCDE, demostrando que las políticas climáticas bien planificadas pueden multiplicar el empleo, la inversión y las oportunidades de desarrollo. “No sólo es posible crecer mientras se reducen los gases de efecto invernadero, sino que es la mejor manera de hacerlo. Esta transformación energética multiplica el futuro”, recalcó.
España lidera la acción climática y la transición energética
Durante la mesa redonda sobre transición energética, Pedro Sánchez destacó los avances logrados en materia de energías limpias y sostenibilidad industrial, donde España se consolida como una de las naciones más comprometidas con la transición verde. Según el mandatario, en los últimos diez años el país ha alcanzado un 56% de su generación eléctrica proveniente de fuentes renovables, lo que lo posiciona como líder europeo en energía eólica y solar.
Asimismo, reafirmó la ambición de España en el desarrollo del hidrógeno verde, una tecnología clave para la descarbonización y la modernización de las industrias. Este compromiso, aseguró, fortalece la competitividad nacional y sitúa al país como referente en innovación energética.
Emergencia climática: el llamado a un pacto nacional
El presidente español advirtió sobre los efectos devastadores del cambio climático, que ya ha provocado 20.000 muertes en España en lo que va de década, así como fenómenos extremos como olas de calor, incendios forestales y la reciente DANA. En este sentido, hizo un llamado a todas las fuerzas políticas y sociales para alcanzar un Pacto de Estado por el Clima, una propuesta lanzada por el Gobierno en septiembre con el objetivo de garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
“Debemos estar a la altura de este desafío histórico y construir juntos un horizonte de esperanza para nuestros hijos y nietos”, expresó Sánchez ante los representantes internacionales en Belém.
Financiación climática y compromiso internacional
En cuanto a financiación climática, Sánchez destacó que España ha superado sus objetivos internacionales antes del plazo previsto, demostrando un compromiso sólido con el multilateralismo ambiental. Anunció además nuevas contribuciones por valor de 45 millones de euros destinadas al Fondo de Adaptación, el Fondo de Respuesta ante Pérdidas y Daños y la Facilidad de Financiación para Observaciones Sistemáticas de la Organización Meteorológica Mundial.
El presidente también subrayó su apoyo a nuevas medidas para gravar los vuelos de clase premium y jets privados, argumentando que “quien más tiene y más contamina debe pagar lo que le corresponde”.
Objetivos de la COP30: mitigación, adaptación y financiación
Pedro Sánchez insistió en que la COP30 debe marcar un punto de inflexión hacia una gobernanza global más justa y sostenible. Recalcó que la mitigación y la adaptación deben tener la misma prioridad, con indicadores globales que eviten divisiones entre países desarrollados y en desarrollo. Además, expresó su apoyo a la adopción de la Hoja de Ruta Bakú-Belém, que busca movilizar 300.000 millones de dólares anuales para financiar la acción climática en todo el mundo.
Conclusión: España, una economía verde que inspira al mundo
Con una visión optimista y un tono de liderazgo global, Pedro Sánchez dejó claro que la economía del futuro será verde o no será. España, con su modelo de crecimiento sostenible, pretende servir como ejemplo para otras naciones que buscan equilibrar desarrollo y sostenibilidad ambiental.
La intervención del presidente en la Cumbre del Clima de Belém consolida la imagen de España como un país comprometido con el planeta, la innovación y las generaciones futuras, reafirmando su papel de vanguardia en la transición energética y la justicia climática global.