Plan de Seguridad y Defensa: objetivos y compromisos del Gobierno de España
Sanchez apuesta por la seguridad nacional tras el apagón y anuncia nuevas medidas económicas para afrontarlas

La Moncloa
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, compareció a petición propia ante el Congreso de los Diputados el pasado 28 de abril para informar sobre las nuevas necesidades de seguridad y defensa, así como sobre la situación de la crisis energética. Durante su intervención, en la segunda parte de la sesión, el jefe del Ejecutivo profundizó en los detalles del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, una iniciativa estratégica aprobada en el Consejo de Ministros del 22 de abril.
Una inversión histórica en seguridad y defensa
Con este plan, el Gobierno de España incrementará en 10.471 millones de euros la inversión en el ámbito de la seguridad y defensa nacional. Según el presidente, este esfuerzo presupuestario responde a un triple compromiso adquirido por España en 2014:

- Garantizar la seguridad nacional ante el nuevo contexto geopolítico internacional.
- Consolidar a España como miembro clave de la Unión Europea y la OTAN.
- Impulsar una nueva ola de innovación tecnológica y reindustrialización en el país.
Esta estrategia, enmarcada dentro del contexto internacional de creciente tensión y amenazas híbridas, tiene como finalidad fortalecer la autonomía estratégica de España y su capacidad de respuesta ante emergencias y conflictos globales.
Cinco líneas de acción para un sistema de defensa integral
Para alcanzar estos objetivos, el Plan contempla cinco grandes partidas presupuestarias:
- Mejora de las condiciones laborales del personal militar, incluyendo preparación, entrenamiento y calidad de vida, tanto en territorio nacional como en misiones de paz internacionales.
- Refuerzo de las capacidades de respuesta ante emergencias, consolidando el papel de las Fuerzas Armadas en la gestión de catástrofes naturales y otras crisis.
- Adquisición de tecnologías avanzadas en telecomunicaciones y ciberseguridad, sectores clave para una defensa moderna y digitalizada.
- Modernización del sistema de defensa y disuasión, con la incorporación de nuevas capacidades tácticas y estratégicas.
- Impulso a la innovación y reindustrialización del sector defensa, fomentando la colaboración público-privada y generando un ecosistema industrial competitivo en el ámbito europeo.

Compromiso con el Estado del bienestar y la estabilidad económica
Uno de los mensajes más relevantes de la intervención del presidente Sánchez fue su garantía de que este plan no supondrá recortes ni en gasto social ni en políticas medioambientales. Tal como afirmó ante los diputados:
“Vamos a financiarlo sin tocar un céntimo del gasto social o política medioambiental, sin acometer subidas de impuestos y sin incurrir en un mayor endeudamiento público.”
Este enfoque busca enviar un mensaje de estabilidad fiscal, alineado con los principios de sostenibilidad económica y responsabilidad presupuestaria, especialmente relevante en el actual contexto macroeconómico europeo.
Impacto económico: empleo y crecimiento del PIB
El Ejecutivo prevé que la aplicación del Plan tendrá un impacto directo positivo en la economía española. Según las estimaciones presentadas, se espera:
- Un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales.
- La generación de más de 36.000 empleos directos, lo que se traducirá en una importante dinamización del tejido industrial nacional.
Con estas cifras, el Gobierno defiende que esta apuesta por la defensa no solo mejora la seguridad del país, sino que también actúa como motor económico, apoyando la creación de empleo cualificado y fomentando la innovación tecnológica.
Conclusión
El Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa marca un hito en la política de seguridad del Gobierno español, al combinar aumento de la inversión, modernización de las capacidades militares, y compromiso con el bienestar social y la sostenibilidad fiscal. En un escenario internacional cambiante y exigente, esta estrategia busca posicionar a España como un actor clave en el ámbito europeo y atlántico, reforzando su papel en la defensa colectiva y en la estabilidad global.